Escalando tu piel empinada donde yace el tesoro
encuentro los peldaños de vida, los deseos dormidos
recorren mis labios llanuras de campos rojos
y suspira tu alma al besarte la seda ceñida.
El Olimpo de dioses a tu templo de manjares
acuden mis ancias con su hambre voraz
la luna es testigo de nuestro bufe de paladares
saciando el impulso de tu deseo tenaz.
Se erizan las rosas sin petalos de tu encaje
cuando el tiempo marca la silueta de tu amor
tus delicados muslos van acercando el paraje
hacia los confines de pasiones entregadas con fervor.
El garfio erguido penetra el muro elastico
con firmeza y suavidad te acaricia su boca
el eco de tu voz en su sublime canto fantastico
implora sumergirme junto a la espuma que me toca.
La tela virgen de tus labios ha creado el margen
donde abierta yace el pozo de tus signos vitales
y las inquietudes de tus sueños lentamente parten
al despertar de tus exquisitas pasiones vanales.