***Resoluciones***
Movidos por emociones
y por precepciones
de lo exterior…
Nos apropiamos de metas
que no son nuestras,
solo por agradar a los demás.
Para empezar contamos
con la “motivación”
que acaso nos alcance
para arrancar...
Nos lo proponemos,
que esta vez lo lograremos,
lo volvemos a intentar.
Cada inicio siempre es igual,
con un final tan predecible…
Porque nos es inconcebible
a nuestra propia conciencia escuchar.
Si nuestras resoluciones no
fueran el fruto de nuestras
emociones…
Estaríamos dispuestos
a pagar el precio…
Y nunca nos compararíamos
con los demás.
Amaríamos con toda el alma,
viviríamos a plenitud…
Comprenderíamos que no
hay mayor virtud que la
de ser nosotros mismos.
Comprenderíamos que
nuestras resoluciones
son solo vanas costumbres
cuando sin Fe decidimos
comenzar…