Año nuevo, con anhelos que se ansían
y un corazón que lo exige con pasión.
Y ya las hojas del otoño se perdieron
en el invierno con todo y los recuerdos,
de un año melancólico que tuvo que partir.
Aurora de alabanza
y con miras de esperanza,
si no se aprovechó el instante,
que nadie se quebrante,
al haber dejado pasar
a la primavera amante.
Si en el pasado no fui,
hoy seré, seré al menos más que ayer.
Año nuevo,
de promesas que ya vienen,
y entre cielo y tú, he de viajar
con mis ilusiones de amar
y con anhelos de triunfar,
pues los sueños pueden ser más reales
que el pesimismo y la indolencia
que me arrastran a la mar.