Nunca supe si lucraste
O amor puro me ofrecías
Nunca entendí si sufrías
O era solapado tu arte.
Solo se, caballero galante
Sin estandarte ni armadura
Que lograste rasgar mis vestiduras
Y sin quererlo, bebí de tu brebaje.
Aprendí de mi acompañante
En los tentáculos de su locura
A gozar con mas soltura
Y a clamar sin libertinaje.