Dime otoño,
¿Por qué me gusta caminar por tus calles frías
abandonadas de gente?
¿Por qué me gustan tus tardes de ocaso lento
y crepúsculo incendiario?
A veces te confundo con la primavera.
Con un sol alegre pero extraño, no calórico.
Son tus amaneceres fríos
de cielo abierto
con flores enanas amarillas;
la hierba verde que nace para recibir el rocío
como un maná líquido
esencial, fresco, puro.
A veces te confundo con la primavera.
Otoño,
¿Por qué tienes tardes como la primavera?
Tardes con viento alegre pero frío;
suelo húmedo y cielo azul.
Pero yo amo tus cielos arrebolados.
Yo amo tus cielos entre Abril y Junio.