Como quisiera hoy
estar a tu lado,
llegar a tu mesa
como único invitado.
Disfrutar de tus risas,
tu mirada.
Del contacto de tus dedos
y ese aroma de tu pelo.
Degustar los manjares
que tus manos prepararon,
esas viandas exquisitas
que sé has cocinado.
Me conformo solamente
con recordarte apurada
con el trajín por tu casa,
con tus caricias furtivas
y sencillos te quiero.
Como he querido siempre
retener esos momentos,
con tus platillos tus guisos,
tus sandalias y tus besos.
Armando Cano