Mi soledad, llena de ruidos, grita a mi vida tus ojos,
te siento aquí, en éste absurdo lamento,
te siento como cuando estas a mi lado,
tan distante y tan sediento.
Te siento como en ocasiones te pienso,
melancólico y ajeno,
amante y soñador, que solo vive de eso,
de las historias que cuentan sus sueños.
Te siento a mi lado y te amo,
y mi soledad me grita tus ojos de nuevo,
tan profundos, tan vacios...
¿cuánta tristeza reflejas de los míos?
¿cuánta ternura se pierde en el camino?
...Pero te amo en tus silencios,
te amo en tus lamentos,
tanto como me aferro a los míos.
Y los ruidos de mi vida me recuerdan tus labios,
tan húmedos y ardientes,
y te recuerdo a mi lado, y te siento
como cuando tus manos se aferran a mi cuerpo,
como cuando tu alma susurra en el silencio.
Y siento extraña mi soledad cuando tu recuerdo me hace compañía,
porque pienso en las estrellas que siempre estan allí
y me miran a lo lejos,
como a veces lo han hecho tus ojos...
Y te siento siento aquí,
me acojo a la esperanza de ceñirme a tu recuerdo
mientras la luna te trae a mi de nuevo...
Y de nuevo te siento,
pero ésta vez, porque padezco en tu aliento,
que viaja con el viento mientras susurro un lamento,
cansada de ésta soledad.
Eras tu mi esperanza, algún trozo de libertad,
eras tu mi despojo de todo rastro de soledad,
pero ésta vez te siento como te sentía a mi lado,
como cuando casi muero,
te siento, como cuando no quería sentirte
porque del viento eras viajero.
Ésta vez te siento
con el presentimiento
de que talvez no pueda sentirte más
y aún así, te siento en soledad...