Cuando deje de estar y emanar este olor
Cuando ya no pueda andar, ni respirar
Aun así, por el tiempo sonara como gotas en el suelo, este amor
será mi maldición, lo doblare y arrullare como un niño
Lo consolare, de su de su desahuciado destino
Lo colgare, mi abrigo saltara en él
Lo olvidare y lo tendré en recuerdos que no me importaría saber
Pero yo escogeré el destino de mis palabras, donde han de acabar, y como han de morir
Trazare con crayones, y pinturas, mi tristeza para que te joda las retinas
para que veas la aurora de mi amor, y te vallas
no para que lo “sientas”, solo le tendrás lastima, apego como a un cachorro
si no para que lo “sientas” , veas que esto no es real, y ahora si te del la vuelta a tus ojos
yo solo lo tendré, cambiando de lugar para que no se pudra,
limpiándolo con alcohol y desinfectando, limpiarlo y vestirlo, para que te valla a visitar
será un bastardo de mi sangre, hijo irreconocible, de mis entrañas
vomitado por mi razón, y maldito por mi sentido común.
No me vera llorar, me esconderé en su codo,
En su sonrisa anacrónica de fe, crecerá sin verte,
Sin oírte de nuevo, solo, ahorcado por el tiempo de vez en cuando
Pero estará aquí, solo conmigo, y no volteare atrás,
Caeré después de eso, que se valla, y lleve, algo para escribir un epitafio