Servir a Dios,
a mi patria,
a mi familia
o a los amores nuevos.
Ser cristiano,
soldado,
padre,
o poeta enamorado.
Esos oficios manejados
por el corazón a carne viva,
se sienten hasta en el cultivo
de las manos campesinas.
Quiero fe en enormes cantidades
para la divina aprobación
del Padre Santo.
Deseo coraje y también un carajo,
y así,
de este modo, defender hasta
con la mirada, la parsimonía de mi pueblo.
Anhelo paisajes en las bases
de mi gente,
sostener a mi familia
con educación y con modales.
Necesito muchas, muchas,
diría demasiadas
imágenes inspiradoras
por el simple gusto, de seguir escribiendo.