Finalmente era celoso el poeta y lo quería todo
Y no era tan romántico como todos decían
Era un ser normal que sufre a su modo
Y huye del amor
Cuando este no arriva.
¡Abajo los sueños!
Suicidas.
Sencillamente el poeta tomó sus maletas
Y se marchó en el tren que le correspondía
Al mirar el andén por última vez
No vio más que una puerta
La de la salida.
Los trenes se marchan
Lo mismo que hago yo
De tu vida.
Mirando el paisaje se puso a pensar
Con un amor lejano que tuvo algún día
Un amor inventado de tanto soñar
Un amor que fue
No más que una herida.
Los trenes hacen bien
Para quien olvida.