Un mundo sin hambre
Cual perfume inagotable,
El aroma conformista
Del hambre. Hoy innegable,
Azota el corazón de mi patria
Con saña estridente.
Extraño es concebir,
A un tiempo, un lugar
Sin hambre alguna,
Y de alimentos carentes.
Que alimenta entonces
El espíritu del pueblo
Al que hoy pertenezco?
Quizá, mentiras completas,
O verdades a medias
Que forjan así, profetas
De lo vano, y lo fugaz.
Extraño es concebir
A un tiempo, un lugar
De pasado ejemplar
Y presente febril.
Como recordar,
El hambre de espíritu
Que se solía impulsar
A los viajeros ascetas.
Como recordar
El hambre, síntoma
De buena salud
Y espíritu fuerte.
Aquel instinto,
Impetuoso e indómito
Que antaño
Forjo esta, mi nación.