Soledad Impaciente

Los tropiezos de mi vida.

Desde la primera vez que te ví

no he dejado de pensar en ti,

a dirigirte un saludo no me atreví

pero tengo claro lo que por ti sentí.

 

Después fueron más frecuentes nuestros tropiezos

esos encuentros fugaces que no nos llevaban a nada

en la escuela, en el camino y entre rezos,

necesidad de tu mirada, casi obsesionada.

 

Continuaron nuestros encuentros necesarios,

no por nosotros, fue cosa del destino

pero cada que de frente nos encontrábamos

desviábamos la mirada y tomábamos otro camino.

 

Comencé a conocerte más a fondo

por medio de los comentarios que sobre ti escuchaba

lo que al principio era todo mi mundo

se fue convirtiendo en algo que no esperaba.

 

No te culpo de que tu imagen ante mi haya caído 

seguimos sin hablarnos y ante eso no hay alternativa,

no pretendo forzarte a que me hables al oído

solo quiero un saludo tuyo que para recordarte sirva.

 

No se cuanto tiempo valla a soportar así

encontrándote a cada instante frente a mi,

ahora entiendo que para estar a tu lado no nací

y es algo que desde el principio me temí.

 

Tropiezo tras tropiezo me enamoré de ti

mas no te has dado cuenta de este sentimiento

nunca te he dicho esto que por ti senti

y no lo hago por miedo al rechazo y al lamento.

 

 

Mi boca no se ha atrevido ni se atreveré a decir

lo que mi mente y mi corazón quieren gritar

mis actos y pensamientos no han podido coincidir

y por eso muchas desdichas tendré que soportar.