Luis Rayo

HERMOSAS VIOLETAS

 

Hermosas violetas

posaban tus sienes,

más tiernas que nunca,

más blancas que nieve,

y el viento muy leve

a los días deshojaba

 en aras  del tiempo.

 

Hermosas violetas

que no se marchitan,

que viven tranquilas

en tus ojos que incitan.

 

Y las hermosas violetas

se volvieron eternas,

por los años que pasan,

 por la fragancia que exhalan,

y por todos estos prodigios

se parecen al alma tuya

y se comportan

como tu alma santa,

y luego se descuelgan de

de tu caballera negra,

oscilando como

ramillete de terciopelo,

para seguir adornando

a  mi amor de primavera.