Vos y yo somos rejunte
de montañas y de mares,
dos extremos tan opuestos
y por algo tan iguales.
Vos sos sol iluminando
cada día de mi vida
y yo luna acompañando
cada noche de herejía.
Yo no sé a caramelo
ni conozco de apariencias,
yo soy bosque de otros lares
y perfil de cenicienta.
Vos sos preso del silencio,
cara dulce, pies descalzos,
sangre nueva que florece
esperando por mis brazos.
Quién diría de esta dupla?
quién hubiera imaginado!
juntar libres siempreverdes
con poetas refugiados
Pero qué loca ironía!
lo que es menos pensado
se hace presa de dos seres
para entonces rejuntarlos.
Y hay que admitirle a la vida
que buen rejunte se ha mandado!
Vos y yo, rosa y espinas,
luna nueva, sol amado.