No hay lugar donde esconderme
de tus recuerdos,
de tu figura,
ni de tu sonrisa.
Cuando algo esta
firmemente adherido al corazon,
éste se encarga de retenerlo
por mas de que la razon
lo obligue despegarse.
No hay lugar donde correr,
ni meta donde llegar,
siempre alli estarás.
En la soledad diaria
de las circunstancias,
en la oscura soledad,
se materializan tus ojos,
que doblegan mis dias,
disgrgando los momentos
y algunos pensamienetos.
El corazon insiste en retener
con vaoliosos sentimientos,
lo que la razon intenta vanamente
desacoplar con cuantiosos argumentos.
Son fuerzas opuestas,
en misma direccion,
pero en sentido inverso,
que lejos de anularse,
favorecen la anarquia de mis dias.
Estoy presenciando mi interior,
viendo desde lejos,
como espectador en cazuela,
la pelea desenfrenada que
dia a dia se desarrolla dentro de mi ser.
Es un juego de ajedrez
dentro de la piel,
casi perfecto, solo que en este caso,
dia a dia sufro irremediablemente,
donde gane quien gane,
el hospedador de estas piezas,
siempre pierde.
De ganar blancas,
jugadas governadas por el corazon,
seguiriamos peleando como hasta ahora,
con las mismas quejas y prejuicios,
destacando los errores a las virtudes,
gastando las energias
en buscar defectos y acciones erradas
en vez de consumirlas en gestos amorosos.
De ganar negras,
piezas estrategicamente comandadas por la razon,
pasaria todos mis dias pnsando,
en lo maravillosa y singular persona que eres
y dejé escapar de entre mis manos,
por no poder cubrir tus espectativas en cuanto al amor.