Es madruga
y ando divagando,
tengo la mirada
perdida en el silencio.
Fuiste agua dulce ayer...
Hoy... amarga hiel.
¿Acaso me quisistes alguna vez?
Ando prisionera
de tus quereles,
totalmente encerrada
en un tiempo pasado,
caminando en un perenne insomnio,
guardando el secreto
de mis sueños rotos.
Al llegar el Alba
a las blancas nubes
contaré mis cuitas,
contaré mis congojas,
y con libre albedrio
decidiré...
si te sigo queriendo,
o te olvido.