GITANA DULCE

EL ANGEL DE LA NOCHE

Al oscurecer en el bosque, cuando el sol se oculta, tras las nubes oscuras y feas, con formas de brujas. Nubarrones con ojos rojizos, proque el sol, al querer irse, deseo pasar por los orificios deformados. Ocultarse tras los árboles, que camina y se desplazan. Moviendo sus brazos, miles de extremidades con hojas otoñales. Y las sombras de la noche que danzan en la espesura de las plantas, grandes, ruidosas. Cantan una canción al Angel de la Noche. ¿Lo conoces? Ha venido a ver a su amada, el Hada Encantada... Ella se esconde pues teme a la oscuridad, las tinieblas, que dejan traslucir, el movimiento de las siluetas que fantasmalmente, cruzan los senderos. En la penumbra susurran a su oído el llamado de su querubín. Que suavemente murmura: "Amor... ven a mi..." En un batir de alas, llega donde su adorada.  La cariñosa Hada con una sonrisa tímida lo mira, y se entrelaza a su adorado Angel nocturno. Quien se funde en un abrazo y en un largo beso de amor eterno.