aday63

Canto panegĂ­rico.-

 

Fue nuestro primer encuentro

dulce que en la boca se deshace,

caricia llena de pasión.

Recuerdo tu dermis terciopelo negro

contrastando con la leche de mi piel,

tus manos, instrumento de placer,

descarga eléctrica que me cimbra

que me arrastra a soñar,

que me induce a pedir

que me ames más,

si… más, más y más.

Tu boca, lúbrica,

mágica arma que recorre mi cuerpo

dejando a su paso

senderos de éxtasis y embeleso.

Tu lengua, fuego eterno,

que pide y entrega todo

néctar de los dioses.

Tus ojos, ventanas del alma

eurítmicos emisarios

de tiernos mensajes sensuales,

que me hacen sentir tan amada.

Tus dedos, largos, delgados

recorren mi ser con calma,

detallan todos mis recovecos,

produciendo un concierto voluptuoso

en el que nuestros cuerpos

son instrumento de un deleite sin igual,

en un instante nuestros cuerpos se unen,

se enlazan, se enganchan,

ritmo y ternura, delirio y anhelo

 y en el instante final

te estremeces… me estremezco,

se unen alma, mente y corazón

emitiendo una oda al amor,

panegírico canto del espíritu

del cuerpo y de la emoción.