ELPRINCIPIANTE

MUJER TU ERES EL MAR, YO SOY LA BARCA

 

MUJER TU ERES EL MAR, YO SOY LA BARCA

 

Mujer toda eres tú, tú eres un mar de ensueño

las olas de tu cuerpo me llaman,

y yo un pobre barco,  un viejo barco viejo,

que navega por los mares buscando quien le ancle.

 

Tu olor mezclado en algas y corales ebrios

despierta mi apetito de experto marinero,

y yo desde mi orilla te contemplo,

protuberante, ebúrneo, incitante piélago

repleto de misterios y tesoros que anhelan

por mi alma de pirata ser descubiertos.

 

Del muelle que me impide lo prohibido me desato,

y con el viento recio de mis ansias

me adentro a tus vaivenes excitantes,

la brisa amainada en tus gemidos,

tus voces enigmáticas,

me dicen tantas cosas que ni entiendo

mas por viril instinto en ti me pierdo.

 

Columpiando mi casco en tu universo,

dibujándote rastros de cometas

con mis tiernas quillas,

a todo vapor en tu horizonte mi esencia gravita,

en conexión de agua y aire,

me mojo de tus sales,

y respiro tu aliento que me sabe a lilas.

 

Te sacudes, me llevas, me retraes,

inquieta e indomable

como yegua salvaje me levantas,

me dejas levitando por un rato,

y vuelvo y toco olas atrevidas,

con ímpetu me azotas e irrumpes en mi adentro

llenándome en tu liquida fragancia.

 

Mujer tan sólo quieres hundirme allí en tu hidrosfera,

dejarme por un rato inerte a la derriba de tus labios,

o sólo anhelas tú… convertirme en reliquia

y hundirme para siempre, entre tus soledades.

 

Más no deseo ser, tan sólo un barco incierto,

el que partió un buen día de algún puerto

en rumbo de la dicha y la esperanza.

 

Y luego descubrió que el mar que hendía

era una linda y dulce fantasía,

un espejismo muerto,

en el cual barcos y marineros se perdieron

porque al anclar ancoras no pudieron

tocar tu fondo azul, hallar tu esencia.

 

Quiero yo anclarme en ti, oh mar, eterno…

en ti encontrar firmeza en crudo invierno

y navegarte entera en lenta calma,

hundirme cada noche en tu misterio,

explorar tus orillas, tu silencio,

y descansar anclado allá en tu alma.