Al vino lo odias o lo amas,
Te echa al suelo las fuerzas,
Para luego desempolvarte el alma.
Te lleva a la piel las penas,
Las glorias y los secretos
Para luego esconderlos de nuevo.
El vino te quema el vientre,
Te cuece el deseo interno,
Para volvértelo promesa.
Porque la sangre de la uva,
Se vuelve líquido furtivo,
En tus entrañas oscuras.
El vino no ahoga mentiras,
Te saca a flote verdades
Que la conciencia encadena.
El vino enemigo del hombre,
Adormece las sensaciones
Que el sol al día las recoge.
El vino mi gran rival,
De noches de amor eternas,
Y pautas de amor fraternal.
Con él no conozco lemas,
Lo que siento es lo que soy
Aunque me calle metas nuevas.