Apareciste, en mi vida,
sin imaginarte siquiera,
y cuando toco tu partida
tus ojos me decían, que te quiera!.....
Despedí a la melancolía
cuando te vi por vez primera,
pensé que era el día;
en que, empezaba la primavera.
Hoy la nostalgia invade mi alma,
nunca tus labios los míos besaron;
hoy, al no verte pierdo la calma,
nuestra primera cita, por siempre cegaron.
Hoy, estas lejana y ausente,
no puedo saber, nada de ti siquiera;
pero en mis pensamientos estas presente,
antes de no volver a verte, mejor muriera!....
Estoy buscando la manera de encontrarte,
no puedo estar sin verte,
quiero todo mi amor entregarte,
porque tu tierna sonrisa, me hizo quererte.
Si tus padres; consigo no hubiese llevado
tu bello y frágil cuerpo de mujer,
de tu boca fresca, un beso hubiese robado,
pero tu alma en la mía lo siento tener.
Lo que nos paso a los dos…, algo divino,
mirarnos de pronto y empezarnos a querer,
más hoy un lejano y largo camino,
nos impide la dicha, de volvernos a ver.
Cada noche rezo en mi cuarto
por verte cada día sonreír,
de mi soledad, ya estoy arto,
feliz a mis brazos, quiero verte venir.
Katherine, niña y mujer,
reviviste a mi corazón difunto,
sin nisiquiera de tus labios un beso tener,
tan solo con estar un instante juntos.
El lugar en que te vi por vez primera,
parece estar distinto y cambiado;
vino el verano, sin pasar la primavera,
vino la distancia, sin habernos acercado.
Vino la tristeza, sin pasar por la alegría…
Vino el amor sin conocernos siquiera…
Tan solo basto un corto día,
para que en tu vida tengas quien te quiera.
Hoy extraño tus labios de manzana,
los que despertaron muchas ilusiones;
dejándome, de morderla; tan solo las ganas,
y cantando triste canciones