Despacio.
El mundo gira lentamente a toda velocidad.
Lento.
A prisa se desvanecen los minutos, las horas,
el tiempo de la humanidad.
Al hombre no le bastan
los colores del arco iris.
Necesita colores sintéticos.
En el umbral de la vida
el hombre comienza a construir
el lugar destinado al encuentro con la muerte;
la tierra observa en silencio
y no comprende
no comprende al hombre.
La madre natura entrega sus señales
pero el hombre prefiere ver televisión.
El cielo llora lágrimas ácidas, negras
o turbias en sangre;
se rompe el velo,
entra el cáncer en el aire,
en la tierra, en los ríos,
en las manzanas, en los tomates;
en las mariposas.
Cae la vida del hombre
lentamente
entre sus propias manos,
mientras el signo monetario mundial
se ríe del hombre
desde su bolsillo.