ninfadora

MAGNOLIAS

Igual que una bella flor,

Me abro entre tus brazos,

Cada pétalo es mi piel

Que se eriza al sentir tus dedos,

Recorrerme poco a poco,

Saboreando con tus uñas cada poro.

 

Tomas mi ser esclavizándome a tu cuerpo,

Como a esa flor tierna con que recorres mi carne,

Seduciéndome con ese aroma natural

Que excita y desase los sentidos;

Recordando con tus besos calcinados en mi alma,

Que eres el dueño infranqueable de mis terrenos.

 

Y mas que nunca me convenzo que soy tuya,

Que te pertenezco por que fui creada en esta vida,

Para el largo de tu cuerpo, para el ancho de tu sexo

Ese sexo que tomo entre mis manos,

Y lo consumo con mis besos

Haciendo mía su fuerza eréctil y viril.

 

Esa fuerza colosal que se apodera de mí,

Desvalijándome de todo sentimiento oculto,

Dejando expuesto para ti…

Todo mi universo femenino

Que tomas entre tus brazos,

Y cubres con esas flores,

Haciendo de mi piel un altar de devoción.

 

Esa devoción que conviertes en deseo,

En lujuria y ansiedad,

Como sofocante calor que evapora tu sudor,

Cuando pegas tu cuerpo contra el mió;

Y arremetes hacia arriba

Con esa fuerza descomunal que sale de tus músculos

De tus venas, de tus entrañas.

 

Esa corpulencia que se yergue por encima de mi,

En ese dar en su gemido,

En ese recibir con mi suspiro,

Entrando hasta el fondo,

Saliendo sediento de mí

Quedando saciado de toda miel,

De todo sabor a sexo y sudor.

 

 

 

 

Has tomado de mi uno a uno cada pétalo de mi piel,

Formando con ellos la flor de tu placer,

El ramo delicado de tu beso

Que haz ahogado en mi garganta,

Esta noche de luna blanca,

Donde florece ese jardín de flores puras,

Que tanto adoras y que con tanta galantería

Cada noche pones entre mis manos tus flores,

Para hacerme con ellas el amor de tus amores.

 

Esos amores,

Que embelezan mi cuerpo,

Que lo desnudan,

Que lo hacen todo tuyo

Antojándonos del placer y la humedad;

Logrando una y otra vez llegarnos unos al otro,

Anclando el ser en lo profundo de lo que somos,

En esa violencia de néctar salido de tu sexo,

Confundido con el calor del mió.

 

Y hoy mas que nunca has hecho en mi tu juego predilecto,

Vistiéndome de aromas y sabores,

De mieles y sudores,

Con los pétalos de esas flores que tanto amas

Y que han sido como tus manos,

Delicadas y exquisitas

Recorriendo en su suave roció mi anatomía.

 

Me has amado así súbitamente,

De tal manera y desesperadamente,

Me has amado como se ama la flor más bella,

Me has poseído tan frágil como el pétalo de rosa

Si me has amado como a tus flores hermosas,

Como esas flores con que me haces sentir primorosa,

Has quemado mi debilidad en tu jardín de finas rosas

De tulipanes y gardenias me has amado vida mía,

Como esas blancas flores que se abren cuando me recorres.

 

Me has amado tanto,  

Envolviéndome en ellas,

Seduciéndome con ellas,

Me has amado como esas flores

Que son tus flores predilectas,

Me has amado con sus pétalos,

Con su color blanco,

Con su pureza y aroma.

 

 

 

 

Con la ternura de su naturaleza,

Con su color,

Me has  amado con la profundidad de su nombre,

Con la presencia de ellas mismas,

Me has amado con las flores que cortas precisas para mí,

Me has  amado como tus flores que cultivas

Si como a tus flores me has amado.

 

Como a ellas me has amado,

Como a tus flores,

Vida mía

Me has amado,

Como a las magnolias.