La noche están larga como esa melodía,
Que en voces todos se desafina,
Mis días tan tristes como las colinas,
Sobre las cuales no existe vida.
A cada minuto me asalta el llanto,
Y la inmensa pena del desengaño,
Recuerdos que vienen y hacen un alto,
En medio de esta vida de mil desencantos.
Tu sola presencia, me desconcierta,
Y haces que a esta alma ya deshecha,
Le asalte la duda de si la olvidas,
O si estando a solas tú la recuerdas.