Lluvia de reconvenciones,
nostalgia a medianoche
con hombres lobo
y una manera ilógica de creer
en una raza antigua de gnomos.
No seremos dioses
porque ni siquiera somos personas;
me afeito los vigores y se desploma
mi fuerza de hombre con piel de gato.
Chaparrón de reprensiones
y partituras de afecto desenfrenado,
pasión de una sola noche, a oscuras,
palpado los senos de la diosa Fortuna.