***Burbujas de Champan***
En el preámbulo de nuestros
encuentros furtivos,
con la emoción de ser fugitivos,
de la rutina y el hastió.
Te espero aquí…
En esta calle sin nombre
ni dirección…
Donde el GPS que nos guía
es ese cumulo de emoción.
Llegas vestida de amor…
Creando una atmósfera de
ternura y calidez con tu presencia.
Yo te espero con esa impaciencia
que no consigo disimular…
Al fin vencido por este sentimiento
que no consigo ocultar…
Me das un beso friolento y travieso,
mientras mis dedos empiezan a palpar.
A palpar tu espalda que es como un piano,
piano donde deslizo mis dedos para que
resuene esa melodía que ronronea en tu pecho…
Me pierdo en tu mirada…
Y quisiera decirte cosas que nunca
hayas escuchado…
Quisiera decirte versos de hombre
enamorado…
Besarte como nadie te ha besado,
amarte de tal forma que se me escurra
la ternura por las manos y al tocar
tu cuerpo se transforme en miel.
¡Ah! Si pudiera darle expresión
a lo que siente este corazón…
Si consiguiera por un momento
manifestar estos sentimientos…
Sin recurrir a frases triadas,
ni forma elaboradas,
que le pongan freno a esto
que en mis venas va corriendo.
Si supieras como sufro tus ausencias,
que si he pecado quizás son las penitencias,
que debo de ofrendar y dar gracias al cielo
por lo que me das…
Si yo pudiera en un momento darte mi vida,
si yo pudiera en un momento darte mi amor,
no harían falta poemas pues al acariciarte
te daría mi verso mejor…
¡Qué estúpido que soy!
Tratando de explicar lo que no tiene explicación,
como que si se pudiera explicar una obra de arte.
Pues no es solo tu belleza lo que me tiene aquí…
Es más que esa magia de tus besos…
Es más que esas burbujitas de champan
que se forma en mi pecho cuando te siento cerca.
Va cayendo la noche…
Y en ese traje que tu sabes que es
el que más me gusta…
Luces tan hermosa y soñada,
mi niña enamorada…
Y en esta guerra que desatas…
Mis manos quieren acariciarte,
mis ojos quieren contemplarte,
se estremece toda mi piel.
Ven tu mi niña enamorada…
A darle paz a mis sentidos y a mi alma,
Ven tú, con tu piel de ángel…
Ven tú, con tu vientre de cuna a cobijarme.
¡Hay mujer! ¿Cómo puede ser?
Que me sienta incompleto si tú no estás,
que sienta que me falta el aire si no
siento tu respirar…
Ven tu, y acercarme a la boca
esa copa de champan…
Ven tu, y sin embriagarme muéstrame
el cielo porque quiero estar despierto,
cuando entre a la gloria…