Las sombras infernales de mi alma denuncian una era de represión,
sentimientos apresados en la nada se hinchan abrumando mi espíritu,
las cadenas de la dependencia son ahora el génesis de la melancolía
y las huellas del tiempo perdido se muestran como las espinas del rosal.
Desplegado sobre mi alma un aura de opresión, desgracia y clamor,
mi cuerpo cismático, ahogado en la inconsciencia de mi energía
destierra de mi mente todo padecimiento de castidad
mientras cuerpos celestes preparan el funeral de mi espíritu.
En medio del exilio de lo que fue mi caótica vida
he visto de frente lo que parece la muerte
mis pensamientos transmutados en dudas decadentes
profanan la angustia que cautelosa había permanecido entre sombras.
La niebla mágica que había guardado mi mente de toda perturbación
Se esfuma entre recuerdos de cuentos sin final
la idea tormentosa de un nuevo amanecer
Condena mis sentidos y trastorna lo que se supone es mi esencia.
La soledad, testigo de mis desvaríos
ha roto el silencio con el vacio de mis susurros;
que en medio de este instante de demencia
Cuentan desgarradoras historias
de lo que pudo haber sido aquel lapso de mi tiempo,
que se perdió entre recuerdos y remordimientos.
La oscuridad es ahora la profecía de mi vida,
Y este instante de euforia melancólica
Solo refleja aquellos ruines interrogantes
Que las cenizas del pensamiento dibujan en mi vida.
Un día más, un sueño menos;
Y un huracán de sentimientos que no permiten a mi alma descansar en paz
En tanto que el destino juega con mi desatino
Y solo encuentro en mi cabeza rastros de insensata serenidad.
Primavera de caos de sentimientos insulsos
Luna negra de sentimientos que me muerden la conciencia
Destierran de mi vida toda ilusión
Y de nuevo parece tan sublime mi dolor.