Ame y me dejaron desvestida
sin sandalias en la vía
y en silencio para que nada diga.
Mis lágrimas calcinan
mis tristezas rendidas,
por eso ya me di por vencida.
Hice una promesa y no te comente,
pero logre aquella sorpresa
que no te avise.
Las palabras van muriendo
y quizás se ahogue así mis sentimientos,
ahora me voy en silencio
pero sin resentimiento.