Yo comprendo el latigazo que da el silencio
Y la bronca del ruido por mutarse en palabras
el empeño y las garras del viento
Yo comprendo los versos que desgarran el alma.
Yo comprendo del grillo el lamento
El insomnio, el deambular y ese chirrido de alas
De la noche, la calma;
de la estrella, el recuerdo
Y en momentos yo comprendo
el secreto de la nada,
Yo comprendo el vacío
El tormento y la rabia
Yo comprendo el silencio
como a una mansión abandonada.