Me he de quedar esperando en mis sueños
a la distancia
y dejar tus manos a la vera del camino
buscando en silencio los bacilos de tu alma
y encontrar placeres en las luces del karma,
si lloras no finjas tus desdichas
si ríes no sufras tus lamentos
si engañas no invoques al tormento
que la lujuria es nieve en el desierto
y esmeralda de amor entre tus dedos,
escarabajos de amianto cubren tu espalda
empuñando espadas de argumentos
no te aflijas en quitar los murallones
que te alejan flameantes
cual vuelo de palomas
ignominia de paz en tus acciones
lluvia de cristales
tras el telón del teatro dolorido
que evoca en canciones y guitarras
al actor tierno, frágil
en fusil de alcohol empinado en mástil
de mentiras, torturas y traiciones…