\"Entre la razón y el delirio en esta vida/ hay una diferencia sin duda,/ pues yo razono al verte vestida/ y deliro al verte desnuda\".
Te vi desvistiéndote, de hecho,
No te lo tomes tan a pecho,
No lo niego, es cosa cierta;
Nada censurable lo que se vio,
Además, nadie te mandó
A no cerrar bien la puerta.
Habría que hacer un análisis fiel
Antes que asumas el papel
De mujer digna que asumirás
Y preguntarnos sinceros, así…
¿Si estás molesta porque te vi
O porque no pude ver más?
No me siento nada culpable,
Fue una visión muy agradable
Y mi conciencia no me acusa.
De tantas cosas que hiciste,
Me gustó el estilo que tuviste
Para despojarte de la blusa.
Mirándote al espejo en sostén,
Te juro que te veías tan bien,
Que casi me acerco y te lo digo.
Pero pensé que te lo ibas a quitar
Y de esa escena espectacular,
Yo tenía que ser testigo.
La falda se te vino abajo,
No costó mucho trabajo
Pues tu figura es esbelta.
Te veía silenciosamente
Y a mil ideas en mi mente
Yo le daba rienda suelta.
Tu sostén continuaba ahí,
En el lugar que un día creí
Que ocuparía mi boca…
Me veía a mí como aquél,
Que llenaba de besos tu piel
Hasta volverte muy loca.
Tenías un diminuto hilo
Que me tuvo intranquilo,
Entiéndeme, soy hombre.
Sin blusa y sin tu falda,
Deseé besar tu espalda
Justo donde cambia de nombre.
Por fin y me dije ¡qué bien!
Procediste a sacar tu sostén
Y dejar al aire tus bellezas.
Puedo asegurarte una cosa,
Cuando tenga una esposa,
Deberá tenerlas como esas.
No pude verte mucho más yo,
Pero todo lo que vi me bastó
Para salir al fin de una duda.
Si ya eras la mujer de mi vida
Y siempre te vi vestida…
Pues ahora te amo desnuda.
Si aceptas mi amor algún día
Y te sientes feliz por ser mía,
Que así lo quiera Cristo…
Justo me ha de parecer
Que haya cosas en tu ser
Que yo aún no haya visto.
Si no puedes no me ames,
Pero ahora no me reclames
Si el deseo en mí se despierta,
Quisiste mostrarme tu intimidad,
Pero si esa no es tu verdad,
Entonces… cierra tu puerta.