Hay victimas tan confortables y caramelizadas…
Soñar junto a la soledad no es fácil
Cuando la felicidad es complicada
Porque no es lo mismo ver una puesta de sol junto a un mar azul
Que idealizar los malvas y rosados de un perfumado amanecer.
Cuando nadie se interesa por ti
Y descubres que solo eres un número de identidad
Y caminas sin camino que seguir
Y buscas un despertar pensando en alguien
Te das cuenta que la desesperación puede engañar al desesperado…
Y es que hay victimas tan confortables y caramelizadas…
Los sueños nos lo adulteran
La ortodoxia se torna gris nublada
Y se desperdiga la fe.
La felicidad es complicada de captar
Mientras existan victimas confortables y caramelizadas…
Hay que pagar un alto precio por nuestros sueños.
Antonia Ceada Acevedo ©