Su corazón habla
De esa mujer, de su gracia seductora
Que a él, lo enloquecía.
Ella tenía en sus ojos una estrella
Que iluminaba su irradiante visón
Ante los signos del ¡Amor!
En su rostro presentaba
Una señal en la mejilla cual amante le dejó
Al acariciar sus labios ante de decir adiós
Pero en su gracia nada cambió.
Esa mujer tenía una visión clara
Como el baúl de la pasión
Talentosa, generosa, sus dones le cedieron.
El ¡Amor! Tenía belleza y encantos
¡Pero no tiene corazón!
Pero el hombre sencillo sin riquezas
Que halaguen su ambición,
Los méritos de vida no dan aún;
Lo glorioso de la fama, pero sí;
En su mente su nombre se grabó.
No era magnate, ni tenía poder
Vive en forma sencilla y solitaria
Pero con una gran ambición
De vivir en la honestidad, lealtad, en la pasión y;
El ¡AMOR!
Al parecer para ella sus versos
No fueron los más suaves
Que llegarán a incentivar su ilusión
De, todo carece en esta vida, pero;
¡Le sobra Corazón!
Autor: Hernán R. Cornejo Véliz