Sus manos acariciaron mis sueños, mi cuerpo y mi corazón,
sus manos moldearon mi sexo, el alma y mi amor.
Hoy sus manos ya se han ido, sin embargo, están conmigo,
pues ni aún su desamor,
arrancará de mi alma, de mi mente y corazón,
todos los dulces momentos, que junto a él viví yo.