Dolor que desgarró mi pecho
filtrose la melancolía
por las fisuras del alma,
al no tener tu amor.
Atricherábanse los sentimientos
en el refugio del corazón.
Y la luna llena no salió
a rayar el firmamento,
con su estela de luz.
Y mis lágrimas rodaron
y mi faz bañaron,
quedáronse mis ojos
con la mirada vaga,
entristecida...perdida,
desidratose la pupila
por la melancolía.
Las lágrimas cayendo
a un abismo sin fondo,
tan negro y profundo
como las penas
que socavan mi alma.
¡Y es que tú me haces falta!
Como el aire que respiro.
¡Tú me haces falta!
Para dar sentido a mi vida.
¡Tú me haces falta!
Para que quites esta melancolía
que acaba con mis días.
¡Tú me haces falta!
Para que sepultes el dolor
que carcome mi corazón.
Sin ti, creo perder la razón,
no quiero por la vida divagar,
como una demente...desquiciada,
maniática...desequilibrada,
sin una ilusión,sin una caricia,
sin un pensamiento, sin un te quiero...
Sin quien me recite versos,
sin quien me llene de besos,
sin quien me diga...
¡Te quiero hacer el amor!
Eso no lo quiero yo...
Yo quiero estar impregnada
de la miel de la pasión
y que me digas,
todo lo que quiero escuchar
y en cada amanecer,
ver el sol nacer
y en cada anochecer,
ver las luciernagas volar
alumbrando el camino
por donde ando,
ir a tu encuentro y decirte
¡Cuánto te amo!
Y que te quedes en mi vida
para contigo envejecer,
y que alegres mis días
con tu dulce suspirar,
e irradies esa luz
que tiene tu mirar,
envolviéndome de magia y encanto,
porque eres ese ser
que quiero tener.
Dios nos concederá
más de un siglo...
Dios nos concederá la longevidad,
para no separarnos jamás,
agregando un eslabón
por cada día de nuestro amor,
para cuando llegue la hora de partir,
tu alma y la mía, viajen encadenadas
por el espacio sideral
hasta más allá de la eternidad,
hasta más allá en donde se pierde el sol
y nunca...nunca, dejarnos de amar,
como las olas aman el mar.
Felina