Te necesito amor para mis obras,
para mis pasos macizos en carrera,
para mis voces que procrean señas
y para mis señas que fecundan voces.
Te necesito para mí, para mis noches,
para mi cuerpo ardiente sin hogueras,
para quererte sin medir cuánto,
porque el cuánto no sé a donde llega...
porque el cuánto indefinidamente
es inexacta cifra o es miseria...
Te necesito sin límites de nada
con todo lo que sé y lo que ignoro.
Te necesito para mi ardiente alma,
para que incompleto no se quede el aire
y el viento poderoso bese las piedras,
para que a través del aire yo te entregue
toda mi estricta fuerza hecha materia.