Viví años de ilusión, de mentira y confusión
que nubló toda mi conciencia y
mi razón.
Fui vilmente egoísta, viviendo un momento
de pasión sin darme cuenta que estuve
lastimando al mundo sin
compasión.
Cada vez que me encerraba en una
habitación y en plena agitación, llegue a
creer que las migajas de un supuesto
amor me satisfacía y me llenaba, cuando
en realidad sentía un enorme vació y
por ello casi siempre me lamentaba y
hasta lloraba.
Hoy que comprendí lo que es realmente
Amar, me libere de tanto remordimiento
y puedo tener el mejor sentimiento para
pedir perdón de rodillas a mi valiente
guerrero del Amor que es mi humilde y
noble corazón.