¡Ah, te quiero! ¡Te quiero!
¿Lo oyes? ¡Estoy loco!
Estoy loco por ti, por ti… me muero.
Yo te digo palabras,
Que por siempre iguales, dicen poco:
Pero te amo… ¿me comprendes?
¿Ries? ¿Parezco estúpido?
Más cómo hacer Dios Mio,
Para que oigas y sientas bien…
¡Lo que uno dice es siempre tan vacío!
Yo busco, busco un medio
De hacer que me comprendas claramente.
¿Un beso? pero un beso
No es siempre suficiente.
Me sofoca algo aquí como un sollozo.
Necesito explicar…
Expresar, traducir…
Pues tan sólo se siente plenamente
Aquello que uno ya supo decir.
Se vive casi siempre
Por medio de expresiones.
Necesito palabras, oraciones
Es preciso el análisis…
Es menester que entiendas…
Pero ¡y qué! Si pudiera
Vaciar mi alma completa
Y aún si hilara palabras de poeta
¿Diría algo diferente?
¿Diría algo más acaso
De cuando así, teniendo tu cabeza
En mis manos recogida,
Te digo con ternura y con tristeza
La palabra mil veces repetida:
¡Vida mía! ¡Mi vida!
¡Vida mía! ¡Mi vida!
Paul Geraldy.