Vivo
ahogado en las aguas de un té,
Anulado
por un disgusto infernal,
Con
la mirada pérdida y sin fe,
En
el horizonte de mi carnaval…
¡Dios
mío! no levantó cabeza
Se
diluyen los sentimientos
Que
azotan a mi fortaleza,
Un
castillo ungido en tormentos…
Sin
Rey ni Príncipes, campo de cipreses
Qué
esperas a mi cuerpo sin oxigeno
Mi
guardia es una tropa de ángeles
Perdidos
en el jardín del limbo…
En el fondo de la taza, vivo desilusionado
Lo
mismo que en la tierra, ausente de lívido
Mi
Madre me ha disparado un torpedo
Que
ha despertado la esencia de mi olvido…
Yo seré de todo pero jamás un ladrón
Y
eso es lo que piensa y siente mi Madre
Que
le he robado un dinero, a traición
Y
por esto estoy más muerto que mi Padre…
Vivo ahogado en las aguas de un té,
Anulado
por un disgusto infernal,
Con
la mirada pérdida y sin fe,
En el horizonte de mi carnaval…
¡Jamás podría pensar que iba a sentir tan
anulado, al ver que mu misma Madre dice,
que le he robado!
Modesto Ruiz Martínez
/ domingo, 09 de enero de 2011