Quisiera decirte tantas cosas,
como que cada mañana despierto por tí,
que cada ilusión nueva, cada triunfo,
cada meta, cada sueño, en mi vida
van dedicados a tí.
Pero no diré nada, me quedaré callada
porque es tanta la felicidadque guardo en el pecho,
que no puedo emitir palabra ni frase alguna.
A excepción, de una conformada por dos pablabras y
cinco letras:
Te amo.
te amo, y no me averguenzo de este sentimiento,
te amo, y no puedo amarte,
te amo, y quiero gritarlo al viento, que sepan que
te amo, y que pase lo que tenga que pasar.
Podríamos unir nuestras manos,
soy débil, y tú un cobarde.
Pero por más cobardes que seamos,
y aún que nos encojamos de hombros
por el miedo a que nos vean juntos;
toda esa cobardía desaparece
y nos atrevemos a llevar esto a cabo.
Podríamos hacer muchas cosas,
como luchar contra viento y marea, y no lo hacemos,
Porque somos felices diciéndonos simplemente:
Te amo.