Una mirada encantadora,
escondida en unos ojos de elixir profundo,
tu piel encadenada
y desafiante llenan con más de un suspiro las almohadas
el susurro de tus labios me dicen lo que callas
su forma se impregna en mi mirada de desbordante pasión
tu sonrisa me causa una vibración inconcebible
tu energía es desesperada razón
me seduces con tu aroma de imperfecto perfecto
me carcome tu mirada como una innegable canción
se llena de éxtasis tu morada
intranquilo no duermes por fijarte en mi razón
ahora simulas y me escuchas,
ahora me ves y me involucras
ahora soy una en tu mirada
ahora soy más que un eslabón
ahora me estoy volviendo adicta a tus cabellos,
voy siendo cómplice de sus enredos
me estoy volviendo adicta a tu deseo,
voy siendo cómplice de un amor eterno
Es adicción tu cuerpo sobre mis sabanas,
lo es aun sin tocarte
es adicción tus manos en mi cuerpo,
aun sin avanzar un centímetro más.
me vuelvo adicta a tu sendero,
soy tu primer pasajero
me vuelvo adicta a tu cuerpo,
al solo hecho de conocerlo
Soy adicta a la adicción de ser adicta de ti
me sorprende este deseo desesperado de tenerte de mi cerca
soy adicta sin querer ser adicta
siendo tus pupilas mi absoluta adicción.
Tu piel me inspira deseo y amor
tu nombre incita todo mi humor
tu esencia se vuelve profunda adicción,
es ahora está mi religión.
Es éxtasis esta extraña adicción
es éxtasis tu profunda razón
es éxtasis el estar adicta de ti
es éxtasis esta adicción.
Stefania Valle Fernandez