Voy comparando tu saber con el mío, son tan extremistas que la adrenalina se puede tocar en el aire, te veo, te leo y mi corazón palpita... que absurdo se ha vuelto esto, pero es que creas, tú sin saberlo, un mundo en el que sólo existes tú y yo, yo a través de ti, y tú a través de mí.
La forma en que muestras tu alma, simple compás de palabras, ritmo en el que yo tengo el poder del tiempo, creando historias en mi memoria, ráfagas de colores que con el movimiento me hacen girar de un lado a otro.
Todo de repente es vida dentro de mi, figurillas que representan el carnaval de lectura al que me invitas, ¿puedes verlo tú también? seguro no, es el mundo que tú has creado y sin embargo es invisible a tus ojos.
Cómo quisiera compartir estas pinturas, plasmarlas en tu universo y juntos andar de estrella en estrella, pero eres sólo silencio, eres sólo silueta... vuelves la mirada hacia el interior, ¿qué ves?, vacilas un momento, y de nuevo comienza la historia épica.
¿Qué será lo que piensas, qué será lo que sientes? Adicta a tus letras me he vuelto, verte ahí sentado, tan concentrado, tan siendo tú, déjame tocar tu alma en cada hoja rasgada con la tinta, déjame ser un poquito más de ti en cada nuevo pensamiento que vas creando con tu muñeca.
Mi querido escritor, déjame ser tu fiel lectora, aquí amándote en secreto, como sólo tu leal puede hacerlo, comprometida con cada uno de tus sueños permitiendo liberar a mi mente para reavivar la imaginación de tus mundos.