Fría y cesante
sin aliento y agonizante
se encuentra mi vida
sin tu presencia,
oscura y delirante
con un frio abrumador
se encuentra mi corazón sin tu resplandor
Acudo a la oración
nuevamente me postro ante tus pies
y siento el gozo de tu presencia otra vez..
Miro al cielo y veo tu majestad
miro el hombre y comprendo tu gran misericordia y amor
a tal punto que entregaste tu HIJO para la redención...
Canto con alabanza, con panderos y arpa,
Suena la trompeta de los arcángeles,
la lira de los querubines,
el violín de los serafines,
mi voz aturdida porque tengo el privilegio de cantarte con mi alma y corazón...
VIVE JEHOVÁ EN CUYA PRESENCIA HABITO