En el silencio de tu voz,
Puedo escuchar tú latir,
No necesito hacer magias,
Para saber tu sentir,
Aunque no te halles presente,
Oigo tus pasos tan cerca,
Que casi puedo tenerte.
Veo en mis ojos tu rostro,
Tu mirada la encuentro,
Con la luz de los astros.
No es que tenga tristezas,
Pero si estoy añorando,
Todas tus tibiezas,
La ferviente caricia,
De tus labios de miel,
Que para mí son una delicia.
Quiero saciar de tu amor,
Todo lo que siento,
Con deseo y mucho ardor,
No escapar de tus brazos,
Ni tan solo un segundo,
Complacer a Cupido que mando su flechazo.
Seducir tus encantos,
Compartir nuestras tardes,
De armonía y de cantos.
Cuidar los rosales,
Del jardín de tus rosas,
Donde germina tu belleza a caudales,
Que llena con fragancias,
Las dulces sutilezas,
Que alimentan mis ansias.
Robándome la calma,
Te siento impregnado,
Allí donde florece mi alma.
Colombiana.