Arrastrándome cual mendigo ,
por una pequeña limosna ,
me acerco ,
con la cabeza baja y callada ,
para de rodillas y obediente ,
poner a tus pies un beso.
Quiero que con un solo gesto ,
des luz a mis sombras ,
me ilumines la cara .
Dame cobijo ,
entre tu pecho y espalda ,
haz lo que quieras conmigo ,
pues no tengo mas deseo ,
que ser tu esclava .
Yo esperare impaciente ,
cual perrito fiel ,
de tu mano siempre pendiente ,
por si una caricia,
mi señor ,
se te escapara.