Techo del cielo, guirnalda de pinos,
pequeño valle querido,
jardín del viento, de misterio que escondía
caminos de agua.
Primavera soñada,
estío embrujado,
otoño añorado,
invierno desnudo.
Pero huye el perfume de la copa más alta.
El paso del tiempo se lleva el sentimiento. Y hasta
los pensamientos que duermen en el agua
del estanque.
Casa de los dioses, zahorí de agua,
nombre de gacela dorada,
pasos oscuros que conducen la ley que duerme
en el patio.
Primavera soñada
estío embrujado,
otoño añorado,
invierno desnudo.
¡Ay del vértigo de la muerte que no espera!
Te rodea poco a poco la mano y la espada.
Honda, bien honda será la herida, ahogando
para siempre el espíritu de Raixa y
las voces, las voces, las voces de Raixa.