Albin Lainez

alguien llega como el alba

 

alguien llega como el alba

agitando pañuelos de letargo hueco

sujeta mis sienes con manos de causa

y efecto murmura alguna orden

de la que me considero franco sin aviso

ese alguien turba mi merecido descanso

con urgencia propia de mejor empresa

dice que es hora de levantarse

e integrar la carrera de las apariencias

que al fin de cuentas es lo único seguro

entonces conciente de la mortalidad

que incumbe a cuanto late en vilo

compongo distraídamente otra faz

ingiero algo por no andar vacío

y me dedico a continuar agonizando

entre gente de acero

y  espíritus que rondan

negándome caricias o una mano

para salir del atolladero

 

Arlane