Una rosa sin color
y un perfume sin olor.
Un soldado que murió
sin tener una batalla;
Una herida que se abrió
y su mentira que no calla.
Tu lágrima rebelde,
siempre inerte
busca esconderse
entre la gente,
y la verdad…
no me sorprende.
Se prudente,
e insistente…
¡Los sentimientos
no se venden!
Se comprenden tal vez…,
y se sienten.
Alguien, no se quien,
dijo alguna vez
que las heridas
que más duelen,
son las transparentes,
las que no se ven.
Y algún día, reina del dolor,
seré yo quien va a mentir
y confundir el amor
con simpatía y rencor,
y lo aprenderé
temiéndole al temor…