CARTA A MARGARITA
A la poetisa peruana
Margarita Franco
Por: Rafael Mérida Cruz-Lascano
Perdón Margarita, hace tiempo que no te escribo
y no sé siquiera si ésta pueda ser respuesta,
recordé de repente mientras hacía la siesta
-van ya muchos años- que no platico contigo.
Ya muchos años de mi voluntario destierro
buscando que mi soledad me lleve a mí mismo,
y caminando solo, al salir del paroxismo
haladas mariposas me den paz en mi encierro.
Qué te diré ahora?
Que aún me ciega el brillo de tu carta,
En que me confías futuras dicciones,
Que añoras paz, sueño de millones
Y deseas que todo el mundo la comparta.
Te agradezco también sinceramente
tu regalo de excelentes instrucciones,
de sorber de otros poetas la luz de sus canciones
y esa raíz sea reflejada en mi propia frente.
Yo sé que mi prosa nunca ha sido florida
y que inmerecidamente yo me digo poeta,
mi vida loca ha sido siempre de ruleta
pero allí verás tú la historia de mi vida.
Hoy al encontrar tu poesía visual ¡OH suerte!
que había quedado dentro de un montón de historia
en un volcán de tiempo que saqué de mi memoria,
de años pasados –un parpadeo-… cuando la muerte.
Veo cómo tu honesta curiosidad se desata:
¿que pasó? Me preguntas no con indiferencia.
te responderé con justicia y conciencia
pero solamente, como lo hace un poeta.
Enlazando verbos y una a una cada sílaba
abriendo los ojos a la vida obsidiana,
enhebrando cada emoción temprana
y plasmar la agonía que de la pluma brotaba.
I "Muerte
Un día tranquilo y tras la faena,
camino solitario y satisfecho,
voy rumbo al hogar pues honor he hecho
a mi himno... fuera de mística pena.
Entrada la noche y de la sombra,
un rayo de luz veo, y con el batallo,
a su trueno duermo en mortal desmayo
y al rodar -la banqueta- fue mi alfombra.
Me sumerjo en desgarrador instante
oyendo liras entre efluvia brisa
y una transparencia veo delante.
Se fue borrando, apagando mi riza,
ya sin plegarias, me abrazó la muerte,
aspiró profundo ... y se fue indecisa.
II Vida
¡Un disparo en el corazón! - ya es mío-
dice la muerte ... y vio que le cubrían
lo velaron, sollozaron, no dormían.
Pero no dejaron solo al cuerpo frío.
Los cuatro cirios no encendieron su luz
cuando el rígido cuerpo recibieron;
"ya falleció" dicen quienes le vieron,
que con ojos fijos, miraba la cruz.
Diecisiete días en capilla ardiente
y ¡vi de nuevo! la risa de los míos,
¿Si creo en los milagros?, no pregunte.
Con la calma imprecisa de los ríos,
ligera, leve, voluble, se siente
cómo a la vida, vuelvo, de mis desvíos.
¡Pero ya está bien! Siento, en esta noche galana
algo que aún no he dicho y que quiero decir,
en mis manos descansa el libro que acabo de abrir
y me permite conocer el alma peruana.
Quien dijo, que el alma del poeta no se comprende:
¡mintió! Yo a otros poetas un saludo envío,
no te rías, Margarita, esto no es desvarío
que a Ruiz de Castilla y Dania Blanes se extiende.
No oculto mi deseo de conocer sus versos
Y que de alegría llenen mi reposado existir,
Les escribo para que me puedan sentir
Y en este intercambio conozcan mis pasos.
No nace el ave –con plumas- para poder volar?
Será acaso justicia y razón negar la libertad?
¡ahora es común que muera el que dice verdad!
No es necesario para el sacrificio un altar? .
"POETAS PERUANOS"
José Santos Chocano, nació En la Aldea
con Oro de Indias y Sangre Americana
con café y tabaco y la caña peruana;
su Nostalgia canta al sol en donde sea.
Felipe Sassone, se recuerda y canta
su pena, con La Aventura que no fue,
la vida-dice- combatiendo pasé
y el morir batallando, ya no le espanta.
Cesar Vallejo, no sucumbe. Lo niego;
iluminó Paris un jueves de Otoño
cono Los heraldos negros, dijo Diego.
José María Eguren, Mágico Sueño
va con La niña de la lámpara azul,
Simbólicas, sombras, garúa de armiño.
Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano
“Hombre de Maíz”
Guatemala C.A.