Como un ave en pleno vuelo,
Se elevan mis anhelos,
Como fruto de buen árbol,
Crecen mis ilusiones,
Con la calma de mi alma,
Dejo que mi pluma esparza el sentimiento,
Siento suave mis palabras,
Y me acarician los suspiros,
Buscándote en cada sueño,
Queriéndote hallar en el espacio,
En silencio han llegado mis lágrimas,
Que recorren sin prisa mi rostro
No sé qué emoción ha volcado,
La quietud que acompaña mis pasos,
Que dejando dos huellas,
Van señalando una dura realidad,
No has estado presente,
Era solo espejismo,
Como errantes fantasmas del destino.
Me devuelvo en el tiempo,
Y me miro a mi misma,
Con las manos vacías,
Sin fragancias de rosas,
Con un corazón colmado de amor,
Un palpitar que no ha sido escuchado,
Y entonces he despertado,
Para vivir de nuevo la temible soledad,
Esa que robo mi risa,
Esa que llego de noche,
Arrebato mis sueños,
y aun así me pide,
Ser mi ángel de la guarda.
Colombiana.